“Cine amazónico ecuatoriano: de Carlos Crespi a Eriberto Guangila“, con Julián Larrea, Noemí López y Eriberto Guangila.
“Cine amazónico ecuatoriano: de Carlos Crespi a Eriberto Guangila“, con Julián Larrea, Noemí López y Eriberto Guangila.
Esta ponencia trató varios factores de
cómo llevar a cabo la realización de un cine amazónico ecuatoriano, como la
proyección de películas en regiones como la Amazonía donde la situación
geográfica y la economía impiden que la gente de estas comunidades pueda
conocer esta forma de arte.
Para llegar a las comunidades de la
Amazonía y poder hacer la proyección de una película ante un pequeño público
determinado, debemos conocer sus necesidades y posteriormente hablar con el
líder de la comunidad para que nos dé la potestad de proseguir con nuestro
proyecto. La parte de conocer las necesidades de personas y familias que se
encuentran en el área es de mucha importancia para el tipo de proyección que
queramos mostrar. No resultará acogedor para nuestro público el que les
mostremos un filme pos apocalíptico, de ciencia ficción o de fantasía, géneros
no cercanos a ellos y que por ende no los harán sentirse identificados. Esto
será de inconveniente para cuando volvamos a pedir el permiso para un nuevo evento,
ya que desde un principio no tuvimos una respuesta aceptada por la gente.
El público de la Amazonía es heterogéneo,
diferente al resto del Ecuador. Aún así, existe emoción cuando se anuncian este
tipo de eventos en su comunidad, ya que allá no hay salas con todas las
adecuaciones necesarias para la proyección de una película, es por eso que
muchos de los nativos no han ido al cine. Además de un encuentro cultural, es
también un encuentro de unión y socialización.
Lo que puedo sacar como tesis de esta
conferencia es que si las personas no tienen los accesos para ir a ver un
filme, entonces, el cine debe ir a las comunidades, realizando los pasos
pertinentes al proceso de cómo llevarlo, hacer encuestas acerca de cómo la
gente se relacionó con la película, y siempre hacer una investigación final
para ver los resultados que se buscan.
A pesar de ver las necesidades de un
especial grupo de personas para saber a quienes nos estamos dirigiendo con nuestra
proyección, el cine en el país debe diversificarse, crear un cine para niños ya
que, en parte, carecemos de él. Pensar en heterogeneidad, pues todo público es
complejo, pero esto no importa al momento de hallar diversas maneras de cómo
llegar a cada uno. Es un desafío buscar mecanismos acertados que puedan
garantizar que las diferentes comunidades tengan acceso al cine. Hay que pensar
en los diferentes públicos y en sus características personales, sociales y
familiares. Pensar también en el tipo de espacio en el que se llevará a cabo el
proyecto para asegurar la equidad en los asistentes. Esta intención permite
romper barreras tanto simbólicas como culturales y geográficas, pues nos
permite llegar a poblaciones exentas de este tipo de procesos culturales.
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